domingo, 13 de marzo de 2011

Biografía de Francisco Franco

Nuestro país ha vivido muchos tipos de gobiernos, unos más democráticos que otros, otros más liberales y menos represivos que unos. Pero, sin dar lugar a dudas, el período de mayor terror y represión ejercida fue la dictadura de Francisco Franco. Fue investido como Jefe Supremo del bando sublevado en la Guerra Civil el 1 de octubre de 1936, ejerciendo como Jefe de Estado de España desde el término del conflicto. Líder del partido único Falange Española Tradicionalista y de las JONS, fue inspirador del movimiento ideológico totalitario en sus inicios, dictatorial después, conocido como franquismo. En este trabajo contaremos la vida de la persona que dirigió nuestro país desde 1939 hasta 1975, ejerciendo una política dictatorial y represiva, en la que hubo, además de un incremento de la economía española, una situación de terror social.

Primeros años

Francisco Franco nació a las doce y media de la madrugada del 4 de diciembre de 1892 en el número 108 de la calle Frutos Saavedra de Ferrol (actualmente, calle María, situada en el casco histórico de la ciudad), en la provincia de La Coruña. El 17 de diciembre fue bautizado como Francisco Paulino Hermenegildo Teódulo: Francisco por su abuelo paterno, Hermenegildo por su abuela materna y su madrina, Paulino por su padrino y Teódulo por el santo del día. Su padre, Nicolás Franco y Salgado-Araújo, era capitán de la Armada, llegando a ser intendente ordenador de la Marina, y su madre, María del Pilar Baamonde y Pardo de Andrade disfrutaba de una posición social parecida a la de su marido, hija del comisario del equipo naval de la plaza, provenía de una familia que también tenía una tradición de servicio en la Marina. Nicolás, el mayor de los hermanos, seguiría la tradición familiar como oficial de la Marina y diplomático. Su otro hermano, Ramón, fue un pionero aviador que llegó a ser muy conocido por sus hazañas aeronáuticas. Francisco fue el segundo hijo varón de la familia. No nace en un hogar feliz, los caracteres contrapuestos de sus padres propician el desencuentro de la pareja desde los primeros momentos y acaba en ruptura. Su padre, Nicolás, fue un hombre librepensador poco dado a los convencionalismos y, habiendo estado destinado en Cuba y Filipinas adquirió los hábitos del oficial de colonias: mujeriego, jugador de casino y aficionado a las juergas y farras nocturnas. Su madre, Pilar, era conservadora, extremadamente religiosa y muy apegada a los usos y costumbres de la burguesía de una pequeña ciudad de provincias. Ambos quedarían decepcionados mutuamente casi inmediatamente después de la boda. Nicolás no tardó en continuar con sus costumbres de oficial de colonias y Pilar se refugió en su religiosidad, resignada al cuidado de los hijos que fueron llegando. La casa donde vivían los Francosólo se animaba con los gritos y juegos de los cuatro hijos de don Nicolás y doña Pilar: Nicolás, Francisco, Ramón y Pilar. los niños recibían una educación muy de acuerdo con la clase media española de comienzos de siglo los domingos y días festivos asistía toda la familia a misa.

Cuando su padre es destinado a Cádiz en 1907 y posteriormente en Madrid, la familia se rompe definitivamente. Ya en Madrid, Nicolás se unió a Agustina Aldana, una joven antítesis de su esposa, con ella vivió, junto con una ahijada sobrina de ésta, hasta que en 1942 le sobrevino la muerte. Sus hermanos visitaron poco a su padre, desconociéndose que Francisco lo visitara en alguna ocasión. Su padre siempre sintió predilección por sus otros hermanos y Francisco fue el que más fuertemente se refugió en su madre. En 1898 Franco cuenta cinco años de edad; la pérdida de Cuba habría pasado inadvertida para él de no ser por la reacción que suscitó el la sociedad española, que se prolongaría durante su infancia y primera juventud. La gran derrota naval se vivió en España como una humillación infligida por una nación emergente a una gran nación imperial. En los ambientes militares y en parte de la población, la resistencia ofrecida por una flota obsoleta y mal pertrechada se consideró resultado del heroísmo de unos militares que lo dieron todo por la patria; y la derrota, producto de la irresponsable actitud de unos políticos corruptos que descuidaron a su ejército.

Franco en su infancia pudo ser blanco de las burlas y mofas de los otros muchachos por su corta estatura y voz atiplada. En la academia así fue, se conoce cómo en una ocasión le segaron el cañón del fusil quince centímetros y le obligaron a desfilar con él. Siempre se le conoció por un diminutivo: en la infancia, muy delgado y de aspecto enfermizo, le apodaron cerillito y en la academia: Franquito.

Al cumplir 12 años, junto a su hermano Nicolás y su primo Pacón, entra en una escuela de preparación naval dirigida por un capitán de corbeta con la esperanza de, posteriormente, ingresar en la Armada. Su hermano logró en 1906 ingresar en la Escuela Naval de la Armada, pero él y su primo, al intentarlo el año siguiente, vieron negada tal posibilidad. Ese mismo 1907, a los 14 años de edad, junto a su primo, ingresa en la Academia Militar de Infantería de Toledo. Franco recordará con amargura su incorporación a la Academia al ser blanco de las novatadas: «Triste acogida que ofrecían a los que veníamos llenos de ilusión a incorporarnos a la gran familia militar». En la academia será uno del montón que obtendrá el puesto 251 entre los 312 de su promoción.

Carrera Militar

A Franco, en la Academia de Toledo, sus compañeros le llaman cariñosamente «Franquito», por ser un muchachito menudo, de aspecto débil. Llego a pensarse en darle un mosquetón en vez del pesado fusil reglamentario. La respuesta de Franco no se hace esperar: ¡Todo lo que haga el más fuerte de mi sección puedo hacerlo yo también!. En su destino de El Ferrol, Francisco Franco vive un periodo plácido, tranquilo, reñido con su alma ardiente de soldado. Es cierto que ha vuelto con su familia, con sus amigos... Pero Franco no oculta a nadie que preferiría estar en las tórridas arenas africanas, combatiendo con el Ejército español. Muy pronto, Franco verá convertido en realidad su sueño de incorporarse al Ejército de África. El director de la Academia de Toledo, coronel José Víllalba Riquelme, está ahora al mandó del Regimiento de África número 68. El propio coronel apoya la petición de cambio de destino de su antiguo alumno. El 12 de febrero de 1912 es una fecha clave en la biografía de Francisco Franco Bahamonde: por fin llegaba a Marruecos. Después de múltiples batallas, muchos soldados muertos y muchos galardones conseguidos por su valor y sus hazañas, Franco regresa a la península, se crea la Academia Militar de Zaragoza y se le encarga su dirección, lo que supuso un éxito personal y de los africanistas. El 14 de septiembre de 1926 nace su única hija María del Carmen. Franco en su periodo en África entró a formar parte del grupo africanista del ejército español, grupo que jugaría un papel fundamental en las conspiraciones contra la II República española. Los africanistas se constituyeron en un grupo muy cohesionado, se mantuvieron siempre en contacto y se apoyaron mutuamente frente a los oficiales peninsulares, conspiraron contra la república desde sus inicios y, posteriormente, comandaron la sublevación del 18 de julio de 1936 que condujo a la guerra civil. Sanjurjo, Mola, Orgaz, Goden, Yagüe, Varela,… y el propio Franco fueron destacados africanistas y los principales promotores del golpe de Estado.

La II República

Tras la promulgación de la II República, Franco estuvo tentado de intervenir en Madrid con los cadetes en defensa de Alfonso XIII, pero comunicándole su intención al general Millán Astray, éste le hizo partícipe de una confidencia del general Sanjurjo, según la cual, no se contaba con los apoyos suficientes; principalmente, no se contaba con la Guardia Civil. Esto le hizo desistir. Franco desde esos primeros momentos se mostró reticente a la República; y en julio, pasados tres meses, cuando Manuel Azaña cierra la Academia Militar de Zaragoza, en un encendido discurso de clausura se posiciona abiertamente contra ella. Azaña incluyó una nota desfavorable en su hoja de servicios; y cerrada la academia, Franco se encontró en situación de disponible forzoso durante los siguientes ocho meses, hasta que en febrero de 1932 se le destinó a La Coruña como jefe de aquella brigada de Infantería. El 19 de noviembre y 3 de diciembre de 1933 se celebraron elecciones generales que dieron la victoria a la formación de derechas CEDA de Gil-Robles. El nuevo Gobierno, a finales de marzo de 1934, ascendió a Franco a general de División, alcanzando así el techo de su carrera militar, ya que la República había suprimido el empleo de teniente general. El 26 de septiembre de 1934 se anunció la formación de un nuevo gobierno presidido también por Lerroux al que se incorporaron tres miembros de la CEDA. La actitud revanchista del anterior gobierno Lerroux y la identificación de la CEDA con posiciones fascistas provocó la reacción de la izquierda. La UGT, los comunistas y los nacionalistas catalanes convocaron una insurrección que se materializó en diversas zonas del país como Cataluña, el País Vasco y, principalmente Asturias, donde se unió la CNT. Si en otros lugares fue sofocada con relativa facilidad, no ocurrió así en Asturias.

La insurrección y su posterior represión provocaron más de 1.500 muertes, abriendo una brecha entre la derecha y la izquierda que no lograría superarse. Los muertos de uno y otro lado alimentaron el odio y el rencor en ambos bandos. El 15 de febrero de 1935 el Gobierno le concedió la Gran Cruz del Mérito Militar y le nombró Jefe de las tropas de Marruecos. Sólo tres meses después de tomar posesión de su cargo en África, tras otra crisis política que propicia una nueva remodelación del Gobierno, y entrando Gil-Robles como ministro de la Guerra, Franco regresa a la península nombrado Jefe del Estado Mayor, cargo de máximo prestigio que desempeñará hasta el triunfo del Frente Popular en febrero de 1936. Desde sus comienzos, la República estuvo amenazada por tramas de conspiración. Tras el triunfo del Frente Popular en febrero de 1936 estas tramas conspiratorias convergen y adquieren fuerza. Fracasados los esfuerzos para proclamar la ley marcial que anulase las elecciones, los conspiradores continuaron reuniéndose. El 8 de marzo, un día antes de que partiera con destino a las Islas Canarias, Franco asistió a una reunión con otros generales en el domicilio del corredor de bolsa José Delgado, amigo de Gil-Robles. Con Franco en Canarias, la sublevación sigue su curso. Mola, designado por Sanjurjo, se encargó de coordinar los preparativos. En abril dio su primera instrucción en la que incluía los métodos que debería seguirse en el momento del golpe: Se tendrá en cuenta que la acción ha de ser en extremo violenta, para reducir lo antes posible al enemigo, que es fuerte y bien organizado. Desde luego, serán encarcelados todos los directivos de los partidos políticos, sociedades o sindicatos no afectos al Movimiento, aplicándose castigos ejemplares a dichos individuos, para estrangular los movimientos de rebeldía o huelga. Los dos próximos meses, Mola los dedicará a preparar el golpe de Estado.

El día 13, en Madrid, fue asesinado Calvo Sotelo por miembros de la Guardia de Asalto como represalia por el asesinato de su mando el teniente José del Castillo. La noticia de estos asesinatos provocó la indignación general, sectores de la derecha se mostraron especialmente activos y convocaron a la sublevación militar como único medio de restaurar el orden. Numerosos indecisos se sumaron a la conspiración, los rumores de un inminente golpe de Estado se extendieron y, por la tarde, Indalecio Prieto visitó a Casares en nombre de los socialistas y los comunistas para pedirle que distribuyera armas entre los trabajadores ante la amenaza de pronunciamiento, algo a lo que éste se negó. El día 14 Mola recibe otro mensaje de Franco que le transmite su decisión de unirse a la conspiración.

La Guerra Civil

Fracasado el golpe de Estado, se abrió una guerra civil que duraría tres años y que llevaría a Franco al poder. Tras pasar el estrecho de Gibraltar al frente del ejército de África, Franco avanzó por la Península hacia el norte. El 1 de octubre de 1936, sus compañeros de armas, reunidos en una Junta de Defensa Nacional en Burgos, le eligieron jefe político y militar del bando sublevado. Unos y otros coincidieron en que Franco, en los momentos cruciales, tomaba las decisiones con lentitud, siendo excesivamente cauteloso; y también, coincidieron en criticar su tendencia a distraer tropas de los objetivos estratégicos importantes. El general Sanjurjo diría de él: “No es que sea un Napoleón”. No obstante, juzgar a Franco por su capacidad para elaborar una estrategia elegante e incisiva es equivocarse del tema. Logró la victoria en la Guerra Civil del modo y en el tiempo en que quiso y prefirió. Aún más, obtuvo de esa victoria lo que más ansiaba: el poder político para rehacer España a su propia imagen, sin impedimentos por parte sus enemigos en la izquierda y de sus rivales en la derecha.

Franco dirigió la guerra con criterios conservadores, muy alejados de la guerra rápida que propugnaban las doctrinas estratégicas modernas. La unidad impuesta en su bando contrastaba con los enfrentamientos que desangraban al bando leal a la República; la disciplina y la profesionalidad de sus fuerzas, con la politización y el voluntarismo de sus enemigos; si a esto se une la ayuda militar que le prestaron la Alemania nazi y la Italia fascista, puede explicarse la victoria que Franco consiguió en 1939.

La Dictadura

Terminada la guerra civil, Franco impuso en toda España un régimen de nuevo cuño, inicialmente alineado con los fascismos de Hitler y Mussolini, que eran sus aliados e inspiradores. A pesar de ello, no comprometió del todo a España en la Segunda Guerra Mundial (1939-45), pues, dada la debilidad en que se encontraba el país, no consiguió de Hitler las desmesuradas compensaciones que pretendía por su apoyo (entrevista de Hendaya); tan sólo envió tropas voluntarias a combatir junto a los alemanes contra la Unión Soviética (la División Azul). Terminada la guerra con la derrota de las fuerzas del Eje, aliadas de Franco, su régimen sufrió un cierto aislamiento diplomático, pero consiguió mantenerse, rentabilizando su anticomunismo radical en el contexto de la «guerra fría».

En lo político, Franco instauró desde el principio una dictadura personal de carácter autoritario, sin una ideología definida más allá de su carácter confesional (católico integrista), unitario y centralista (contra toda autonomía regional o reconocimiento de peculiaridades culturales), reaccionario y conservador (los partidos y los sindicatos de clase fueron prohibidos). Copió de sus modelos fascistas la idea de una jefatura carismática unipersonal (con el apelativo de Caudillo), de un partido único (el Movimiento Nacional) y de un vago corporativismo (sindicato vertical). La represión de la oposición fue feroz (con unos 60.000 ejecutados sólo entre 1939 y 1945, continuando las ejecuciones políticas hasta 1975). En lo económico, optó por una política de autarquía que hundió a España en el estancamiento y el atraso, en contraste con la recuperación que vivía el resto de Europa; sin embargo, la necesidad de homologarse con los países occidentales y de reforzar la alianza con Estados Unidos le llevó a una progresiva liberalización económica a partir del Plan de Estabilización de 1959. Los años sesenta -con los «planes de desarrollo» y la influencia política del Opus Dei- fueron de rápido crecimiento económico, industrialización, apertura y urbanización: las mejoras materiales facilitaron el mantenimiento de Franco en el poder, a pesar del creciente anacronismo de su régimen; pero también produjeron cambios sociales que hicieron inviable su continuidad una vez muerto el general. Desde 1969 Francisco Franco había institucionalizado como sucesor al príncipe Juan Carlos, nieto del último rey de España (Alfonso XIII); tal previsión sucesoria se cumplió tras la muerte de Franco el 20 de noviembre de 1975, pero no fue acompañada de una continuidad política, ya que, sin romper con la legalidad vigente, el nuevo rey promovió una transición pacífica a la democracia, lo que puso fin a la etapa más inestable y más represiva de la historia de nuestro país. La muerte de Franco fue anunciada por Carlos Arias Navarro, actual presidente del Gobierno, por la televisión, de lo que trata el video con el que terminamos este trabajo.



Fuentes:

http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Franco#.C3.9Altimos_a.C3.B1os

http://www.biografiasyvidas.com/biografia/f/franco.htm

http://www.generalisimofranco.com/biografia/biografia.htm

Realizado por: Pablo Pascual Espinosa y Alejandro Fernández Gómez 2º BACH A

1 comentario:

  1. WWW.INFOCONTINENTAL.COM

    Gracias por compartir este post, estaría bien poder llegar a más personas para poder transmitir lo dicho aqui, te deseo suerte con tu blog.

    Un saludo!!

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